Un estudio demuestra que la resiliencia de la cadena de suministro importa más que su sostenibilidad

La encuesta de BME lo confirma: la sostenibilidad pasa a un segundo plano
 

A pesar de que durante mucho tiempo la sostenibilidad ha sido el tema dominante en la compra de suministros, muchas empresas se centran ahora en otros aspectos. Estos son los resultados de una encuesta  que realizó a 216 ejecutivos la Asociación Alemana de Gestión de Materiales, Compras y Logística (BME) en colaboración con la consultora de gestión Expense Reduction Analysts. De los encuestados, el 83 % identificó la creación de cadenas de suministro seguras como el gran desafío actual, mientras que el 72 % señaló el fuerte aumento de los costes. Solo el 31 % mencionó la sostenibilidad. Los encuestados estaban también más preocupados por la digitalización y la escasez de trabajadores cualificados que por la reducción de las emisiones de CO2 y otros problemas ambientales y sociales.

El estudio muestra claramente que las consideraciones financieras siguen teniendo una prioridad considerable sobre las cuestiones de sostenibilidad, según explican sus autores, quienes añadieron que la crisis climática y los esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 continúan siendo los temas de la década, pero que las prioridades de las empresas han cambiado desde mediados de 2022 debido al empeoramiento de la situación geopolítica.

La sostenibilidad no se está midiendo objetivamente
 

También hay otros factores a tener en cuenta. En estos momentos, la sostenibilidad no se puede medir objetivamente debido a la falta de transparencia y de un marco universal en el que basarse. Según la encuesta, a las empresas les resultaría útil contar con estándares y cifras fiables. Además, casi la mitad de los encuestados ven la sostenibilidad como una responsabilidad de la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, los estándares y las normativas ayudarían a establecer compromisos y criterios de sostenibilidad claros para las empresas. 

Por otro lado, el estudio también sugiere que la presión externa que ejercen los clientes e inversores para que las empresas se comporten de manera sostenible no es tanta como parece. Solo alrededor de un tercio de los encuestados consideran que haya una demanda social en favor de que las empresas tomen medidas medioambientales. De hecho, solo se ha dado un reducido número de casos de empresas hayan perdido volumen de trabajo por su falta de compromiso con la sostenibilidad. Actualmente, la forma más habitual de demostrar lo que una empresa hace por la protección del medio ambiente, y de lograr con ello una ventaja competitiva, son las certificaciones.

Los informes de sostenibilidad se han convertido en la norma
 

Los informes de sostenibilidad han arraigado en las empresas. Estos informes ofrecen, tanto a proveedores como a sus empresas asociadas a lo largo de toda la cadena de suministro, la oportunidad de publicar información relacionada con la sostenibilidad. El 42 % de las empresas participantes afirmaron haber publicado al menos un informe de sostenibilidad, incluido el 16 % que no estaba obligado a hacerlo.

Pero otros resultados sugieren que a muchas empresas les sigue quedando mucho por hacer en materia de sostenibilidad. Por ejemplo, poco menos de una cuarta parte de los encuestados dijo haber incorporado los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en su estrategia empresarial, y solo el 15 % afirmó que estos criterios estuvieran firmemente integrados en su estrategia de abastecimiento.

La encuesta también reveló que el aumento de los costes y los requisitos de sostenibilidad habían fomentado el rediseño de productos. Pero incluso en este sentido, la encuesta demostró que los beneficios tienen prioridad sobre las cuestiones sociales y ambientales.