Un repaso a 2022: lo más destacable del año en compra de suministros

Finales de 2022: síntomas de mejoría
 

¿Hay luz al final del túnel? En el caso de Alemania, el Servicio de Cadena de Suministro del Instituto Fraunhofer de Circuitos Integrados (IIS) publicó recientemente un estudio que sugiere que así es. Según su informe titulado “Los 100 mejores servicios de transporte y logística europeos 2021-2022”, el sector logístico en este país creció un 5 % en 2021 hasta alcanzar los 294 000 millones de euros (tras una subida del 2,5 % en 2019 y una bajada del 1,8 % en 2020). Además, ahora hay 100 000 personas más trabajando en tareas de logística operativa y administrativa con respecto al año anterior: un total de 3,36 millones de empleados.

Tras la cumbre de otoño, los expertos en logística predicen un aumento en la producción económica del sector hasta los 319 000 millones de euros en 2022. En comparación con el año anterior, esto representa un incremento del 8,5 %. No obstante, hay que señalar que esta subida se debe principalmente al aumento de los costes. Según los expertos en logística, el aumento real asciende solo al 0,6 %.

En un principio, puede parecer poca cosa, pero estas cifras suponen un atisbo de esperanza que invita a pensar en una mejoría en 2023. Si bien el inestable panorama internacional no permite hacer predicciones fiables, sí sabemos qué es lo que ha mantenido en marcha al sector de los suministros durante 2022. He aquí el resumen de otro año azaroso.

Las crisis siguen afectando al sector de la compra de suministros en 2022
 

Si bien la peor fase de la pandemia de COVID-19 parece haber pasado, sus efectos siguen haciéndose notar. Para empezar, el sector se vio obligado a instaurar este año nuevas cadenas de suministro más resilientes; una tarea que se complicó considerablemente con la invasión rusa de Ucrania, no solo porque las sanciones interrumpieron las cadenas de suministro, sino porque muchas rutas de transporte internacional, especialmente desde Asia, quedaron cerradas de forma repentina.

La pandemia y la guerra han supuesto un enorme obstáculo para el sector de las compras de suministros. Además de cuellos de botella en el suministro mundial, la tensa situación geopolítica provocó también una subida de precios sin precedentes. El resultado de todo esto han sido unos índices de inflación que han llegado a superar el 10 % y que han generado graves problemas en el sector.

Pese a los esperables ajustes de presupuesto, y a la denodada búsqueda de la oferta más rentable, el impacto ha sido inevitable: muchas empresas han tenido que subir los precios para hacer frente a la situación. Sin embargo, no todas han podido hacerlo. Para compensar sus pérdidas, algunas habrían tenido que fijar unos precios tan altos para sus productos que ningún cliente habría podido (o querido) pagarlos.

Por otro lado, un nuevo conflicto potencial se cierne desde China. Tras la reciente conferencia del partido nacional, parece que los líderes chinos pretenden mantener su estricta política de cero COVID y, aunque hay indicios de que algunas restricciones se están suavizando, nada garantiza que no se produzcan bloqueos en el futuro.

Y este no es el único motivo de inquietud para las empresas. La conferencia del partido comunista chino también dejó claro que el Gobierno sigue apostando por una línea política rígida, con pocas concesiones a los derechos humanos y a la libertad de expresión. Esto está perjudicando la reputación de los proveedores chinos entre los consumidores, hasta el punto de que muchos departamentos de compra de suministros se están viendo presionados a buscar otros socios comerciales y recursos alternativos.

Un rayo de esperanza: mayor confianza y networking presencial
 

A pesar de todo lo dicho y de las dificultades que hostigan al sector, las cifras que se mencionan al comienzo del resumen anual dan pie al optimismo. Si bien es prematuro hablar de un punto de inflexión, vienen a indicar que el sector tiene capacidad para sortear las crisis. Esto refuerza la confianza del propio sector y fomenta la búsqueda de soluciones y el diseño de nuevas estrategias.

Esto se pudo ver durante las ferias comerciales y los eventos presenciales, que volvieron a celebrarse después de dos años de pandemia. En España, un ejemplo ha sido el 12º Congreso de AECOC de Supply Chain, que tuvo lugar en Madrid el 18 de pasado octubre y que congregó a especialistas, directivos y a numerosos representantes del sector de la logística y las cadenas de suministro. A través de ponencias y mesas redondas, se debatieron los temas más acuciantes del momento. En concreto, el congreso se centró en cuestiones relativas la resiliencia y la sostenibilidad de las cadenas de suministro.

Un repaso a 2022: otros temas que también preocupan en el sector
 

• En vísperas de la introducción en Alemania de una ley de cadena de suministro más estricta, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, muchos departamentos de compras han tenido que hacer ajustes. Las empresas deberán garantizar los derechos humanos y los criterios medioambientales a lo largo de toda la cadena de suministro y de valor a nivel mundial.
• Sin duda, la sostenibilidad desempeñó un papel importante en las adquisiciones en 2022, ya que tanto a los proveedores como a los clientes cada vez les preocupa más que los procesos sean respetuosos con el medio ambiente.
• El uso de plataformas digitales B2B también fue un tema importante este año. Cada vez se utilizan más soluciones como wlw connect  para conectar a compradores con proveedores.
• Del mismo modo, las soluciones de automatización y la contratación electrónica siguen centrando la atención, porque simplifican y aceleran el intercambio de información y de datos entre todas las partes interesadas.
• La escasez de trabajadores cualificados ha sido un problema durante todo 2022 que ha dificultado la contratación para las empresas. Estas se han visto obligadas a buscar nuevas formas de destacar entre la dura competencia.

Conclusión: la compra de suministros en 2022
 

La guerra de Ucrania ha agravado los desafíos a los que se enfrenta el sector de la compra de suministros, que ya se encontraba sometido a una gran presión debido a la pandemia de COVID-19. Tanto la guerra como la pandemia han provocado niveles récord de inflación. Al realizar la compra de suministros, las empresas han tenido que priorizar mitigar los efectos de la subida de precios y crear cadenas de suministro sólidas. Esto no siempre ha funcionado bien, pero los expertos coinciden en que hay algunos éxitos que merece la pena celebrar.

Una consecuencia de este progreso latente es el aumento de la confianza y de la sensación de autosuficiencia dentro del propio sector. Esto ha fomentado una mentalidad cada vez más orientada a las soluciones que abrirá el camino a nuevas perspectivas. Una buena noticia, ya que las crisis actuales sin duda seguirán dejando huella en 2023.