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La chía (Salvia hispanica) es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas originaria de México y Guatemala, donde se cultiva desde tiempos prehispánicos. El aceite vegetal de chía se obtiene por presión en frío de las semillas de esta planta, lo que permite conservar sus propiedades nutricionales y terapéuticas. Este aceite es rico en ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, así como en vitaminas antioxidantes, minerales y fitoquímicos beneficiosos para la salud. Entre sus propiedades destacan su acción antiinflamatoria, cicatrizante, hidratante y regeneradora de la piel. El aceite de chía se utiliza en la industria cosmética para elaborar cremas, lociones, jabones y champús, ya que ayuda a mantener la piel sana, suave y joven, así como a disminuir la apariencia de arrugas, manchas y estrías. También se emplea en la cocina como complemento nutricional y en la elaboración de productos alimentarios saludables, como panes, galletas, batidos y ensaladas.

El aceite esencial de Salvia Esclarea (Romana) se obtiene a través del proceso de destilación al vapor de las flores y hojas de la planta de Salvia Sclarea. Esta planta es originaria de la cuenca mediterránea y se cultiva en diversas partes del mundo, incluyendo Europa, Asia y América del Norte. Las propiedades del aceite esencial de Salvia Esclarea son diversas y se utilizan en varias aplicaciones. Este aceite esencial se caracteriza por tener un aroma dulce, floral y herbáceo, y se ha utilizado tradicionalmente como un remedio natural para una variedad de problemas de salud, como dolor menstrual, problemas de la piel y estrés. Entre sus usos se encuentra el uso en aromaterapia, ya que el aroma de la Salvia Esclarea es conocido por ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar la calidad del sueño. También se utiliza en la industria cosmética para la elaboración de cremas, lociones y productos para el cuidado del cabello.

La cera de abeja ha sido utilizada en la cosmética desde tiempos antiguos. Esta sustancia natural es producida por las abejas melíferas para construir sus colmenas. El origen de la cera de abeja se remonta a la antigüedad, donde los egipcios la usaban para hacer ungüentos y cosméticos. También se ha utilizado en la fabricación de velas, materiales de sellado y conservación de alimentos. La cera de abeja amarilla tiene propiedades hidratantes, emolientes y suavizantes. Es muy apreciada en la industria cosmética debido a su capacidad para formar una barrera protectora sobre la piel y retener la humedad. Además, tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias que alivian la piel irritada y seca. Las aplicaciones más comunes de la cera de abeja en la cosmética son en la elaboración de cremas hidratantes, bálsamos labiales, lociones corporales y pomadas. También se utiliza en la elaboración de productos capilares como acondicionadores y mascarillas.

El hidrolato de romero alcanfor es un producto obtenido a través del proceso de destilación de las hojas y flores del Romero. La historia del uso del romero se remonta a la antigua Grecia, donde se creía que sus propiedades medicinales eran capaces de aliviar dolores de cabeza, problemas digestivos, entre otras patologías. Este hidrolato posee propiedades antisépticas y antiinflamatorias, lo que lo convierte en un ingrediente popular en la elaboración de productos cosméticos y cuidado personal. Por ejemplo, es recomendado en el tratamiento del acné, como tónico facial o incluso en la preparación de champús y acondicionadores para el cabello. La obtención del hidrolato de romero alcanfor es mediante destilación. La planta se somete a vapor caliente, lo que permite extraer tanto el aceite esencial como el hidrolato. El nombre botánico del romero es Rosmarinus officinalis, y su INCI es "Rosmarinus Officinalis Leaf Water". Su número CAS es 84625-44-7.

El hidrolato de jara se obtiene a través de la destilación al vapor de la planta, y se caracteriza por su aroma fresco y balsámico. La jara es un arbusto originario de la región mediterránea, conocido por sus propiedades medicinales desde la antigüedad. Entre las propiedades del hidrolato de jara se encuentran su capacidad para calmar la piel irritada, reducir la inflamación y facilitar la cicatrización de heridas. Además, también resulta útil para tratar afecciones respiratorias y combatir el estrés y la ansiedad. El hidrolato de jara suele emplearse en cosmética como tónico facial, ya que ayuda a equilibrar el pH de la piel y a limpiar los poros. Asimismo, también se utiliza en la elaboración de productos capilares, especialmente aquellos que buscan fortalecer el cabello y prevenir la caspa. Para obtener el hidrolato de jara se requiere de una destilación al vapor de la planta, extrayendo así las propiedades naturales

El aceite esencial de abeto balsámico se obtiene de la destilación al vapor de la resina del árbol de abeto balsámico (Abies balsamea), que se encuentra principalmente en América del Norte. Este aceite esencial se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional y se cree que tiene propiedades antifúngicas, antiinflamatorias y antisépticas. El aceite esencial de abeto balsámico se caracteriza por su aroma fresco y limpio, que se asemeja a un bosque de pinos. Además de sus propiedades medicinales, también se utiliza en la industria cosmética y en la elaboración de productos de limpieza y fragancias. Algunas de las propiedades del aceite esencial de abeto balsámico incluyen: Propiedades antifúngicas: el aceite esencial de abeto balsámico se ha utilizado para tratar infecciones fúngicas como el pie de atleta y la candidiasis.