España esquiva la recesión económica

En ruedas de prensa del Fondo Mundial Internacional, Alfred Kammer, director del Departamento de Europa, aseguraba ya en 2022 que "España es uno de los países para los que no prevemos una recesión técnica durante el próximo año", puesto que fue de los que menos sufrió en el territorio europeo.
Si bien la economía española vivió también una gran desaceleración (de un crecimiento del 5,5 % en 2022 a situarse en torno al 1 % en 2023), se prevé que el país siga creciendo por encima de la zona euro. El crecimiento en el año que finaliza ha superado las expectativas, impulsado por el sector exterior y el turismo extranjero, pero, para el próximo año, se espera que este sorprendente factor externo se desacelere debido a las expectativas de debilidad en las grandes economías europeas como Francia, Italia y, especialmente, Alemania.
 

Economía obstaculizada por los tipos de interés

De cara a 2024, CaixaBank realiza su propio pronóstico sobre España y espera una obstaculización de la economía debido a una serie de factores como el impacto del aumento de las tasas de interés. Su previsión es, en primer lugar, que el BCE alcanzó tipos de interés máximos el pasado mes de septiembre y que estos niveles se mantendrán hasta la segunda mitad de 2024, cuando los tipos empezarán a bajar. Si bien es probable que las tasas de interés sean más bajas en 2024 que en 2023, es importante recordar que el impacto de un aumento de tasas tardará mucho en transmitirse a la economía (normalmente, el mayor impacto se produce entre uno y dos años después de una subida de tipos), lo que indicaría que el impacto de las tasas de interés en el crecimiento del PIB será sustancialmente negativo en 2024. 
En segundo lugar, se espera que la inflación siga obstaculizando la actividad económica, aunque en menor medida que en los últimos dos años. De este modo, se prevé que la inflación núcleo, aquella que excluye la energía y los alimentos, pase de crecer un 4,6 % en 2023 a un 3,0 % en 2024. Por último, y como se ha mencionado con anterioridad, una mayor debilidad económica en las Eurozonas también tendrá un impacto negativo en nuestras economías. Si bien en 2023 los retos eran evitar la recesión o evitar una situación de nulo crecimiento o la inflación, España ha cumplido, pero no debe dejar de mirar al futuro. La subida de los tipos de interés es histórica en Europa y tendrá sus mayores repercusiones en 2024 y 2025.
 


Escenario de incertidumbre

Todo esto, por otro lado, puede variar atendiendo a otro tipo de riesgos,  como los conflictos globales están afectando los mercados de energía, alimentos y transporte en todo el mundo. Además, el impacto económico directo de los cambios en las tasas de interés en nuestra economía será mayor de lo esperado debido al lento crecimiento en la eurozona.
Sin embargo, no todo son malas noticias, y es que en el primer semestre de 2023 la renta bruta disponible de los hogares creció un 11,5 % interanual, una cifra muy superior a la inflación promedio de este mismo periodo, resultado de un crecimiento en el empleo y en los salarios. Para 2024, esto se podría traducir en una vuelta a la normalidad, y es que el consumo volvería a ser el motor de la economía Española. Es decir, una buena parte del crecimiento recaerá en los hogares y en su capacidad de desembolso. En general, y tras varios años de subida de la inflación, se espera que esta ahora se controle. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que las subidas para el nuevo año serán de 3,9 % de media, frente al 8,3 % de 2022.