La excepción ibérica y las rebajas en el IVA

En un intento por controlar la subida de los precios energéticos que afecta desde hace varios años a la economía de nuestro país, el Gobierno ha estado tomando medidas tan importantes como la rebaja del IVA, que en 2021 bajó del 21 al 10 % en las facturas energéticas.
Durante 2022, el Gobierno implementó una nueva reducción de la tasa del IVA, que bajó hasta el 5 % en algunos servicios de energía, para paliar el impacto de la subida de precios provocada por el conflicto en Ucrania.
Desde siempre, el precio del gas ha tenido una repercusión significativa en la industria eléctrica de España. Esto se debe a que la generación de electricidad a través de esta fuente energética desempeña un papel fundamental en la combinación de fuentes de producción energética de nuestro país.

Por esta razón, el Gobierno implementó un mecanismo conocido como la "excepción ibérica" con el fin de poner un límite al precio del gas empleado para la producción de energía eléctrica y trasladar esta reducción a los consumidores finales. Esta medida se puso en marcha en junio de 2022 y desde entonces, el Gobierno sostiene que los consumidores han experimentado un ahorro de aproximadamente 5000 millones de euros.

En la actualidad, los precios del gas se sitúan por debajo de los 40 euros por megavatio-hora (MWh), pero el panorama futuro apunta a que veremos una subida de al menos 10 euros en el 2024.

 

Crisis en los combustibles y aumento de la inflación

Las primeras incertidumbres sobre el desempeño económico de España a corto y medio plazo han surgido debido al aumento en los precios del petróleo como resultado de los recortes en la producción de petróleo de Arabia Saudí y Rusia.
En un período de tres meses, el precio del petróleo ha experimentado un incremento del 27 %, pasando de 74 a 94 dólares por barril. Los analistas prevén que el precio del petróleo sobrepasará los 100 dólares por barril al finalizar este año.

También ha habido subidas significativas en el precio de combustibles como la gasolina o el diésel, que en septiembre está ya en un rango de entre 1,67 y 1,75 euros por litro.
El Banco de España ha sido el último organismo en emitir advertencias al presentar sus estimaciones de inflación para los últimos meses de 2023 y para el año 2024. Según sus pronósticos, el próximo año traerá un significativo aumento en los costos de la energía. A partir de enero, es posible que la factura media de electricidad y gas experimente subidas de entre el 20 % y el 15 %.

Los ciudadanos se enfrentan a una situación muy difícil a principios de 2024. Ya que a la subida de los precios de la energía y los combustibles se uniría la eliminación de los incentivos fiscales en los precios del gas y la electricidad.

 

La solución política a la crisis energética

El próximo gobierno que se constituya deberá decidir si mantiene las subvenciones y reducciones fiscales en los sectores de energía, transporte y alimentos que, tan solo en el año 2023, han representado un desembolso de 10 000 millones de euros. La Unión Europea y algunas entidades nacionales e internacionales abogan por la eliminación de las subvenciones y reducciones fiscales, o por mantenerlas solo para grupos en situación de vulnerabilidad para reducir el gasto público. Pero estas medidas tendrían repercutirán directamente en los precios que pagan las industrias y los consumidores y, por consiguiente, en la inflación.

Si quiere mantener la inflación por debajo del 3 % hasta el año 2025 y evitar el descontento social, el Gobierno tendrá que tomar decisiones muy difíciles antes de final de año y enfrentarse a desafíos considerables. En los próximos meses, veremos hacia qué lado se inclina la balanza y la respuesta social ante las subidas previstas.