Inflación en España e impacto en los alimentos

A pesar de que se ha ido estabilizando, la inflación ha sido una de las mayores preocupaciones para la economía española desde hace ya varios años. De hecho, se alcanzaron máximos históricos que no se veían en el país desde hace al menos tres décadas. Según datos del INE, la inflación ha aumentado en un 3,6 % el último año. Esta subida, sin embargo, no se corresponde con el aumento del salario medio de los españoles, lo cual ha reducido notablemente el poder adquisitivo de los ciudadanos. Desde 2022, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se sitúa en el 3,1 % en enero de 2024.
Esta situación ha afectado especialmente a los alimentos, pues a finales de 2023 el precio de los alimentos registró un crecimiento del 7,3 %. Y esta cifra representa una moderación de casi dos puntos, lo que equivale a su menor alza desde marzo de 2022. En este sentido, cabe destacar la preocupante situación de productos básicos como el aceite de oliva, que dispara su precio una media del 44 % en 2023, el azúcar (casi un 35 %) y otros como el arroz, la mantequilla y las patatas (más de un 19 %).
 

Reducción del IVA en los alimentos básicos

Ante el panorama marcado por la inflación y la dificultad de los consumidores para soportar la subida de los precios de los alimentos, el Gobierno de España decretó diversas medidas para ayudar a la población a paliar los efectos de estas dificultades económicas.
En este sentido, se aplicó una rebaja del IVA reducido del 4 % al 0  % a los alimentos considerados básicos (pan, leche, frutas, etc.) y se redujo del 10 % al 5 % el IVA de otros productos de cocina como el aceite de oliva y de semillas o la pasta. Sin embargo, muchos consumidores y hosteleros denuncian que esta bajada de impuestos no ha repercutido en el precio de los alimentos, como recoge El Diario, ya que alegan que los costes de mano de obra, logística y producción son más altos que nunca.
 


Impacto en la hostelería

Como consecuencia de esta situación, los precios en el sector de la hostelería también aumentaron casi un 9,3 % entre 2021 y 2022 y tuvieron que afrontar una subida de sus costes del 5,9 %, según un informe del Banco de España. Y entre junio de 2022 y junio de 2023, por ejemplo, la subida fue de un 6,7 %, según los datos del INE. Esto se debe en gran medida a esa inflación general y, en particular, al aumento de los costes de personal y de la energía.
Esto es todo un reto para los negocios. De hecho, echando la vista atrás, en 2012 había 197 391 bares en funcionamiento, según el INE, pero tras un lento declive durante años, llegó la pandemia, que no solo dejó a muchos negocios con el agua al cuello, sino que asestó un golpe definitivo a otros tantos. Así, si en 2020 había 182 595 activos, en enero de 2023 la cifra había caído hasta los 168 065. En total, son 14 500 establecimientos menos en solo tres años.
 

Soluciones para afrontar la situación
 

Medidas gubernamentales

Ya en 2022 se puso en marcha el Plan Turístico Nacional Enogastronomía de España, un proyecto financiado con 68,6 millones de euros de inversión para fomentar experiencias turísticas sostenibles e integradas en todo el territorio a partir de la gastronomía. Más recientemente, el Ministerio de Asuntos Económicos hace una lectura positiva de los últimos datos con respecto a la inflación. Y aunque podría haber un repunte, «las medidas de política económica adoptadas por el Gobierno han permitido a España mantener en el último año una de las menores tasas de inflación y mayor crecimiento económico de la zona euro», según destaca este Ministerio.
 

Modelos innovadores para negocios hosteleros

En tiempos de dificultad, muchas soluciones pasan por la creatividad y la innovación. De este modo, en Emprendedores se comparten algunas ideas de negocio de nuevas empresas de restauración que pretenden abordar los retos de la inflación con originalidad, como las llamadas ghost kitchens, los mercaurantes o los food trucks.