La inflación en 2022: desplome de las ventas
 

Tanto la pandemia de COVID-19 como la guerra en Ucrania han tenido graves consecuencias en las cadenas de suministro internacionales. El resultado es que nos enfrentamos a una gran demanda con una oferta muy escasa, lo cual a su vez explica por qué el coste de prácticamente todos los productos y recursos ha seguido aumentando considerablemente durante meses hasta desembocar en una inflación desorbitada que también afecta a España. Si se compara con el índice de precios al consumo (IPC) del mismo mes del año pasado, la tasa de inflación en agosto de 2022 es del 10,4 %.

Según el Instituto Nacional de Estadística, los tres principales impulsores de la inflación de los precios al consumo en los últimos meses han sido, en primer lugar, la vivienda y los suministros de agua y electricidad, gas y otros combustibles; en segundo lugar, el transporte, y por último, los alimentos y bebidas no alcohólicas. Esta inflación está perjudicando a la mayoría de los sectores. Aunque en el comercio minorista el volumen de ventas en España aumentó un 0,8 % en agosto gracias al turismo, veníamos de una caída del 3,2 % justo el mes anterior. En Reino Unido, en cambio, se registró en agosto la mayor caída generalizada de ventas desde julio de 2021.

El Banco Central Europeo (BCE) ya tuvo que reconocer la gravedad de los efectos de la inflación y, tras muchas vacilaciones, el 21 de julio de 2022 cambió su estrategia de tipos de interés al 0 % para elevar el tipo de interés clave hasta el 0,5 %. Según la presidenta del BCE, Christine Lagarde, podrían adoptarse más medidas en misma dirección en vista de cómo se están desarrollando los acontecimientos.

Las pymes españolas ven amenazada su viabilidad si no consiguen financiación
 

Según la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), el 15 % de las pymes españolas teme verse obligada a echar el cierre debido al aumento de los costes. Según este organismo, casi todas las empresa han registrado una caída en sus cuentas como consecuencia directa de la inflación y, debido a la necesidad de financiación, no ven como una buena noticia que el BCE haya decidido subir los tipos de interés. A pesar de todo, seis de cada diez pymes han actualizado el sueldo de su plantilla este año por la subida del IPC y,

según el Banco de España, solo el 38 % han repercutido el aumento de los costes en sus precios finales, de lo que se desprende que la mayoría ha optado por absorberlos, lo cual obviamente tendrá un impacto en su liquidez. El 60 % reconoce que la inflación está suponiendo un varapalo para sus cuentas. Desde Reino Unido, donde la inflación también causa estragos, Neil Davies, director ejecutivo de la División Comercial de Close Brothers, comenta: “Desde hace tiempo, las empresas se están llevando la peor parte del aumento de los costes y de la inflación; pero además, han tenido que sortear todo tipo de problemas en la cadena de suministro que les han dificultado su planificación financiera y comercial, mientras al mismo tiempo trataban de satisfacer las demandas de los clientes”.

Esta misma observación es aplicable a la situación de las pymes españolas, que en su práctica totalidad reconoce estar sufriendo una reducción considerable en su margen de beneficios. A este panorama hay que sumarle las dificultades para conseguir financiación debido al endurecimiento de las condiciones por parte de las instituciones financieras.

 


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Cómo pueden hacer frente las empresas a los efectos de la inflación
 

¿Qué pueden hacer las empresas para minimizar el impacto? En estas circunstancias, recomendamos estas cinco medidas:
 

  • Contar con personal de finanzas que tenga experiencia haciendo frente a la inflación es una ventaja importante. Sin embargo, puesto que no se han dado circunstancias similares en los últimos años, puede no haber nadie en plantilla con este tipo de experiencia. Por tanto, como es posible que esta situación persista a medio plazo, nuestro consejo es centrarse en la contratación. Para encontrar candidatos con conocimientos sobre la inflación y sus efectos, lo más recomendable es ampliar la búsqueda incluyendo países que se hayan visto gravemente afectados, como Argentina y Brasil.
  • También habrá que hacer ajustes en la planificación y la gestión de ventas. Para llevarlo a cabo, recomendamos una estrecha integración de los departamentos de ventas y marketing. El aumento de los costes de adquisición y producción debido a la inflación conlleva una reducción de las ventas y de los márgenes de beneficios; sin embargo, una buena planificación de los clientes y de la rentabilidad puede contribuir a paliar este efecto, por ejemplo, aumentando los precios al consumidor final y optimizando la combinación de productos y servicios.
  • Otro enfoque es hacer una gestión inteligente de los costes. Para ello, el equipo de finanzas debe cooperar estrechamente con la dirección de la empresa, a fin de analizar las oportunidades y los riesgos tanto a corto como a largo plazo. Esto debe aplicarse especialmente a la cartera de proveedores y a garantizar la sostenibilidad de la prestación de servicios de la empresa/producción. Otra opción serían los contratos flexibles que contienen las denominadas “cláusulas de ajuste de precios”, en lugar de precios fijos. Estas cláusulas permiten a las empresas repercutir los crecientes costes de las materias primas o de la energía a los clientes. Las soluciones digitales también son herramientas útiles de apoyo en la gestión del rendimiento de la empresa.
  • Por otro lado, es muy conveniente disponer de una liquidez que permita reaccionar ante cualquier cambio. Para esto, en primer lugar, hay que sacar el máximo partido a las condiciones de los pagos debidos y, en segundo lugar, incentivar a los clientes para que paguen pronto las facturas. Si es necesario, se puede recurrir a una línea de crédito con el banco para tener acceso rápido a recursos financieros extra. También se puede optar por un préstamo con un tipo de interés fijo a tres o a cinco años.
  • Como ya hemos mencionado, disponer de personal financiero bien cualificado será de gran ayuda en la lucha contra los efectos de la inflación. Para ello, es importante que estos empleados tengan un fuerte sentido de compromiso con la empresa, porque si se van, esto no solo supondrá más gastos en contratación de nuevo personal, sino que también se perderá conocimiento y hará mella en la reputación, la motivación y la productividad. Para evitarlo, los jefes de finanzas deben mantener un estrecho contacto con sus empleados y atender a sus necesidades. Esto puede significar subir sueldos, ofrecer primas o bien facilitar jornadas con horario flexible. En última instancia, se trata de establecer o ampliar un buen sistema de incentivos.