Son muchos los factores que aumentan los costes

La pandemia de coronavirus ha remitido, pero en el mercado de abastecimiento internacional sigue notándose su impacto. Además, la guerra de Ucrania, cuyo final sigue sin vislumbrarse, también ha provocado efectos negativos considerables. Ambos fenómenos ocasionaron y siguen causando importantes cuellos de botella en las cadenas de suministro. De este modo, los precios de las materias primas, la energía y la logística registraron en algunos casos picos históricos, impulsados también por la elevada inflación. Aunque estos y otros de los factores que están detrás del aumento de los costes van perdiendo fuelle poco a poco, de momento seguirán intensificando la competencia.

Es cierto que España será una de las grandes economías que verá crecer más su PIB este año y el próximo. No obstante, según las previsiones de la Comisión Europea, el crecimiento de la economía del país se ralentiza, al igual que en el resto de Europa. Además, por primera vez en casi año y medio, los precios suben más en España que en la media de la Unión Europea.

Y ante este panorama de ralentización y de precios elevados, las pymes españolas pueden notar las consecuencias. Sus productos y servicios suelen estar muy adaptados a clientes que, en muchos casos, son internacionales y, además, son relativamente complejos y, por lo tanto, caros. Esto obstaculiza o incluso impide que las pequeñas y medianas empresas (pymes) puedan repercutir adecuadamente los gastos financieros adicionales a sus clientes.
 

¿A qué amenazas se enfrentan las pymes españolas?

La inestabilidad de la coyuntura actual entraña riesgos críticos. Si bien la atenuación de la pandemia de coronavirus ha propiciado un cierto efecto de recuperación, el consecuente auge de la demanda de bienes ya ha llegado a su fin. Al verse entre una producción inicialmente reducida, luego incrementada y más tarde ralentizada de nuevo, a las pymes les resulta difícil calcular los gastos operativos, las ventas y los márgenes, lo que obstaculiza la inversión y el acceso a la financiación.

Además, también hay que tener en cuenta las cargas organizativas y financieras que suponen los nuevos requisitos normativos y burocráticos, también en lo que respecta al importante tema de la sostenibilidad (por ejemplo, los criterios ESG).

Por otra parte, la evolución de la guerra de Rusia y Ucrania sigue siendo impredecible por el momento. Si se produjera una escalada, esto podría desembocar en una recesión o incluso en una depresión, como señala en un comentario el Presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW Berlín), Marcel Fratzscher. Otro riesgo reside en las crisis financieras de algunos mercados emergentes, que podrían afectar al comercio internacional. Esto también se aplica a las tensiones económicas entre Estados Unidos y China.

Asimismo, otro factor negativo es y sigue siendo la escasez de personal cualificado en el área de compras. Cada vez es más difícil encontrar profesionales que respondan a la demanda y esto, por tanto, consume cada vez más recursos organizativos y financieros.

Es cierto que las pequeñas y medianas empresas apenas influyen en esta combinación de factores, pero sí que influyen en los procesos internos. Según el Parlamento Europeo, solo el 17 % de las pymes de la Unión Europea han integrado las tecnologías digitales satisfactoriamente. Dado que estas representan el 99 % de todas las empresas y más de la mitad del producto interior bruto de la UE, aún queda un gran potencial por explotar.
 


¿Qué deben tener en cuenta ahora las pymes?

La volatilidad de los mercados de abastecimiento plantea un gran reto para la mayoría de las empresas. Podemos destacar tres claves: primero, no deben perder de vista la situación política mundial; en segundo lugar, deben reaccionar rápidamente a la evolución de los costes; y, en tercer lugar, no pueden desatender su planificación a largo plazo. Las pymes de alta especialización, en particular, necesitan soluciones particulares para estos problemas. A continuación, le ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarle a lograrlo.

  • Cuanto más extensas y complejas son las cadenas de suministro, más probabilidades hay de que se rompan. Por este motivo, las distancias deben mantenerse lo más reducidas posible y, por otro lado, el número de partes interesadas debe ser limitado. En función del modelo de negocio, el mercado y la competencia, podría resultar útil buscar proveedores situados en puntos geográficos cercanos. Lo ideal es encontrar fuentes en Europa o incluso en España.
  • Si se cuenta con un número reducido de proveedores, es fácil que surjan dependencias, sobre todo en el caso de los productos básicos y los servicios esenciales. Por ello, es preferible contar con una red de compras más amplia. Recurrir a varios proveedores alternativos refuerza la independencia y ofrece más opciones en caso de que se produzcan cuellos de botella.
  • Hoy en día, es fundamental lograr un alto grado de satisfacción de los clientes. Así pues, las empresas deben llegar a su público objetivo y fidelizarlo con una buena comunicación que genere confianza en todos los canales. En el supuesto ideal, las herramientas digitales se ocuparían del intercambio con los proveedores de forma automática en gran medida, por ejemplo mediante sistemas interconectados para el tratamiento integrado de los pedidos, su transporte y su pago (software ERP).

Estos objetivos pueden alcanzarse con un departamento de compras bien posicionado estratégicamente, que se encargue de gestionar con agilidad los asuntos operativos a pequeña escala y, al mismo tiempo, ofrezca a su empresa un abastecimiento seguro a largo plazo. Además, hay todo un arsenal de herramientas digitales que le pueden ayudar a conseguirlo. Concretamente, son muy útiles para comparar ofertas, controlar los plazos y tiempos de entrega y tomar decisiones estratégicas.

Las capacidades analíticas de las herramientas no solo optimizan las propias compras, sino que también las convierten en una importante fuente de datos para otros departamentos y la dirección. Por lo tanto, las herramientas y la información de abastecimiento pueden contribuir significativamente al éxito general de la empresa.