El fútbol garantiza cada vez más puestos de trabajo
 

El fútbol tiene un impacto considerable en el mercado de trabajo concretamente. Como muestra un estudio de McKinsey sobre la situación económica del fútbol profesional a partir de 2020, el funcionamiento de la liga alemana de fútbol y sus ligas profesionales creó el equivalente a 127.000 puestos de trabajo a tiempo en Alemania en la temporada 2018/2019. En comparación con los datos del estudio anterior, esto supone un aumento de 17.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Aritméticamente, estos trabajos se reparten entre un total de 185.000 personas.

El sector también está experimentando un verdadero auge en términos de valor económico añadido. En 2014, el fútbol profesional en Alemania generó un volumen de negocio de 7.900 millones de euros, lo que supuso un aumento del 55 por ciento respecto a 2008. En 2019, se llegó a los 11.000 millones de euros. Esto significa que el fútbol profesional en Alemania contribuye tanto a la creación de valor como toda la industria manufacturera de los estados federales más pequeños como, por ejemplo, el Sarre, Bremen o Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Desde el último estudio de 2015, han surgido dos nuevas tendencias en cuanto a la creación de valor: por una parte, se produjo un cambio fuerte en la industria de los medios de comunicación y de los patrocinios. El negocio por Internet crece constantemente, las cadenas de televisión consolidadas tienen que hacer frente a nuevos competidores como el proveedor de streaming DAZN o las ofertas de medios de comunicación de los propios clubes. Por otra parte, los jugadores y los clubes se benefician más que antes del crecimiento económico en formas de publicidad como el marketing en las redes sociales y generan nuevos ingresos a través de sus apariciones, contratos publicitarios y marcas propias.

Ingresos enormes para el Estado
 

El principal beneficiario del poder económico del fútbol es el Estado alemán. Después de deducir todos los costes, al República Federal Alemana recauda unos 3.700 millones de euros anuales en impuestos y gravámenes procedentes del deporte, lo que supone un aumento de alrededor del 50 por ciento en comparación con el estudio anterior de 2015. Una contribución importante es el impuesto sobre las apuestas deportivas. Por este concepto se recaudaron 400 millones de euros en 2019.

Los clubes de fútbol son buenos para la imagen de la ciudad
 

Los clubes no son los únicos que se benefician de la visita de los aficionados a los estadios. La ciudad también se beneficia, ya que los aficionados suelen combinar su visita al estadio con otras actividades de ocio en la ciudad. Esto también aumenta la demanda de transporte público.

A esto hay que sumarle la cada vez mayor proyección nacional e internacional. Ciudades como Leverkusen o Kaiserslautern le deben su popularidad al fútbol. Como muestra un estudio del "Instituto para el Deporte, la Empresa y la Sociedad", una ciudad como Leverkusen tendría que poner unos 2,2 millones de anuncios para obtener un valor publicitario similar al que obtiene gracias al fútbol. Por lo tanto, ser sede de un club de fútbol profesional es lucrativo para cualquier ciudad.

Ingresos millonarios por la cesión de los derechos de denominación
 

Los estadios también tienen un efecto positivo en la imagen de la ciudad. Los estadios como el Allianz Arena de Múnich se convierten en puntos de referencia y atraen a más visitantes con visitas guiadas. Además, el negocio de los derechos de denominación de los estadios es muy atractivo. Las arcas del club no solo se llenan con los patrocinadores de las camisetas o de los espacios publicitarios, sino también gracias a sus socios de denominación. En la temporada 2019/20, los clubes de la Bundesliga recaudaron entre medio millón y seis millones de euros por temporada por la venta de los derechos de denominación de los estadios.

Los patrocinadores del nombre esperan resultados considerables por el contravalor comunicativo, por ejemplo, mediante las menciones en los medios de comunicación. La empresas de seguros y los bancos (Allianz, Signal Iduna, Deutsche Bank Park) son los patrocinadores habituales de los nombres de los estadios.

Los grandes campeonatos como la Eurocopa o la Copa del Mundo tienen un gran impacto económico
 

Hasta el "negocio del fútbol diario" genera enormes ingresos a muchas ramas de la industria. Además, los macroeventos como una Eurocopa o Mundial son literalmente rentables. Normalmente no solo se construyen o modernizan las sedes con motivo de la celebración de una Eurocopa o Copa del Mundo, sino que también suelen beneficiarse las infraestructuras.

Por ejemplo, la construcción del nuevo Allianz Arena de Múnich antes del Mundial de 2006 supuso también la ampliación de la autopista, el reacondicionamiento de la línea de metro y la construcción de nuevas salas de exposiciones para un centro de medios de comunicación. En Gelsenkirchen, por ejemplo, se construyó una nueva estación de tren principal. Para las empresas de construcción esto se tradujo en la contratación de obras nuevas con un volumen de facturación considerable. Todo ello gracias al negocio del fútbol.

Además de la federación del país organizador (la DFB tuvo un superávit de 135 millones de euros en 2006), los patrocinadores, como los fabricantes de artículos deportivos o los productores de cerveza, también se benefician de un gran evento como un Mundial. En 2006, el patrocinador oficial, Adidas, por ejemplo, aumentó sus beneficios en un 26 por ciento, superando los 480 millones de euros. En la fiebre del mundial se despachó una ingente cantidad de artículos de merchandising. Bitburger, la única marca de cerveza que se vendía en los estadios del Mundial de 2006, registró un aumento de las ventas del 2,6 por ciento durante el "evento estival".

El ejemplo de la Eurocopa de Francia de 2016 demuestra que un gran evento deportivo no siempre es un negocio positivo para el país organizador. Sobre el papel, la Eurocopa de 2016 supuso unas pérdidas de 500 millones de euros para el país organizador. Los ingresos por entradas previstos de 1.100 millones de euros no cubrieron los costes de construcción y modernización de los estadios, que ascendieron a 1.600 millones de euros. Al menos, el país pudo contar con unos ingresos por IVA de casi 180 millones de euros. Además, el país esperaba unos efectos positivos para el mercado laboral durante la Eurocopa. Según el comité organizador, la Eurocopa creó una media de 4.000 puestos de trabajo por partido, lo que supone un total de unos 100.000 empleo adicionales.

 


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El Mundial de Qatar marca un antes y un después
 

Sin embargo, el próximo Mundial de             Qatar deja a todos los demás completamente fuera de juego. En este caso, no se pueden calcular los costes y los beneficios. El presupuesto del Mundial de otoño de 2022 supera todas las cifras anteriores: el emirato del golfo invertirá casi 150.000 millones de euros en el Mundial. A modo de comparación, el Mundial más caro hasta la fecha fue el de Rusia 2018, que costó la friolera de 21.000 millones de euros.

Qatar ha tenido que construir una infraestructura completamente nueva para el gran evento. Solo la construcción de los ocho estadios de fútbol costó sumas enormes: se cuestiona hasta que punto estas obras se podrán seguir utilizando después. Para los dirigentes de Qatar, que tienen una buena situación financiera, el tema económico tiene un papel secundario. Este emirato espera que el Mundial le dé atención, influencia y prestigio a nivel internacional.

El fútbol tiene más seguidores que los visitantes de los estadios
 

El fútbol no es solo un juego en el que 22 deportistas van detrás de un balón. Para la economía de un país, el deporte es un motor de crecimiento que tiene grandes repercusiones. Una gran cantidad de partes interesadas se beneficia de la cadena de valor de la industria del fútbol. Se generan miles de millones de ingresos mediante licencias, medios de comunicación, merchandising, patrocinios y venta de entradas. Por ultimo, pero no por ello menos importante, tanto las federaciones como el Estado se benefician de los ingresos y gravámenes. Las ciudades, la industria publicitaria y las empresas de construcción también se benefician del poder económico del fútbol.