El caso de la Unión Europea
Ya que España pertenece a la UE, el comercio intracomunitario es favorecido y los productos comercializados legalmente en un Estado miembro pueden comercializarse libremente en todo el mercado interior. El Punto de Contacto de Productos (PCP) y el Punto de Contacto de Productos de Construcción (PCPC) sirven de soporte para las empresas en caso de necesitar de un organismo al que dirigirse.
Por su lado, la Unión Europea cuenta con herramientas para la eliminación de estas barreras con otros mercados, como por ejemplo el portal Access2Markets, activo desde octubre de 2020. Aquí se dispone de la información necesaria para el comercio con terceros países o para los procesos de contratación pública a los que las empresas de la UE pueden acceder. Dentro de este portal, además, encontramos el Single Entry Point (SEP), que sirve como plataforma de quejas y para el contacto entre operadores que desean poner el foco sobre algún tipo de barrera comercial con otros países. Por último, el Reglamento de Obstáculos al Comercio (ROC) sirve de cauce legal para interponer denuncias sobre obstáculos comerciales con terceros países.
Qué hacer ante las barreras comerciales
Una de las barreras más comunes a las que se enfrenta España y otros países de la UE son los aranceles. Se trata de los impuestos que hay que pagar por los bienes importados. El resultado es un encarecimiento del precio, lo que hace más difícil que compitan con los productos nacionales. Además de esta barrera, también existen cuotas de importación que aumentan el precio del producto.
Consejo: las empresas pueden elegir localizarse en ese país tercero para así evitar estos aranceles o cuotas de importación. Además, se puede intentar negociar de alguna manera con el gobierno del país o colaborar con organismos como la Organización Mundial del Comercio.
Cuando se trata de terceros países, también existen barreras con las inversiones o con la propiedad, donde se veta a los países extranjeros y se da exclusivamente acceso a empresas locales.
Consejo: una empresa puede beneficiarse de asociarse con otra empresa, en este caso local, para así tener más cabida en el mercado.
Otro tipo de barrera son las no arancelarias para limitar el acceso de empresas y productos extranjeros al mercado, como estándares de calidad o tipos concretos de regulación de un producto.
Consejo: para cumplir con estos requisitos impuestos por el país tercero, la empresa puede invertir en investigación y desarrollo o colaborar con asociaciones de la industria local para intentar reducir la dificultad de estos requisitos de certificación.
Por último, la lengua y la cultura también pueden suponer una barrera, en la medida en que se dificulta la comprensión de los potenciales clientes y hay menos posibilidades de marketing o publicidad.
Consejo: se puede contratar empleados locales o invertir en traducciones o adaptaciones culturales para eliminar esta barrera.
¿Por qué la internacionalización es tan importante para España?
La economía española ha vivido y sigue viviendo un momento positivo en términos de internacionalización. Ahora se debe aspirar a que el sector exterior llegue a ser un componente de peso en la economía española para conseguir un mayor crecimiento y más empleo.
Diferentes empresas españolas han conseguido superar barreras comerciales mediante diferentes estrategias como la presencia local o asociarse con empresas locales adaptando los productos y servicios a los gustos regionales. Entre ellas destacan Grupo Cortefiel, que se ha expandido ya en gran cantidad de países de Europa y América Latina, donde se diversifican diferentes marcas para adaptarse a los consumidores locales de las diferentes regiones, o Acciona, presente en países de Europa, América Latina y Asia.