Así funcionan las bombas de calor

Las bombas de calor se consideran sistemas sostenibles y eficientes para generar calor en los edificios. Esto se debe a que no utilizan combustibles fósiles, sino que convierten el calor del ambiente en energía utilizable mediante la electricidad. Lógicamente, el consumo de energía debe ser menor que la energía generada. Cuanto mayor sea la eficiencia de una bomba de calor, más eficaz será su funcionamiento. La eficiencia viene definida por lo que se conoce como el factor de rendimiento anual (APF). En la práctica cuanto mayor sea el APF, mejor, porque se necesitará menos energía eléctrica para la calefacción.

Explicado a grandes rasgos, las bombas de calor funcionan según el siguiente principio: el calor ambiental llega al compresor a través de un refrigerante por un sistema de tuberías, que comprime el producto y lo transporta al intercambiador de calor. El calor se transfiere al sistema de calefacción del edificio desde aquí. Cuando se disuelve el calor, el refrigerante se vuelve a licuar y fluye otra vez hacia el evaporador mediante una válvula de expansión.

Existen tres tipos de bombas de calor, que, principalmente, se diferencian por la fuente de calor:

  • Bomba de calor aire-agua: la solución estándar hasta el momento, ya que es la más fácil y barata de instalar. El calor se obtiene a partir del aire ambiental.
  • Bomba de calor agua-salmuera: es muy eficiente, ya que el calor se extrae del suelo. Sin embargo, suele ser necesario hacer agujeros profundos.
  • Bomba de calor agua-agua: otra solución muy eficaz; en este caso, el calor procede de las aguas subterráneas. Sin embargo, para su instalación es necesario hacer movimientos de tierras para abrir dos pozos.

Este tipo de generación de calor también es interesante para las empresas. Sin embargo, las bombas de calor para uso comercial tienen que generar mucha más energía que los modelos para viviendas unifamiliares. Para una superficie de 500 metros cuadrados, la potencias calorífica de la bomba de calor debe ser de 60 kW, como mínimo. Pero si se combina, especialmente, con paneles solares los sistemas de calefacción pueden funcionar de forma completamente regenerativa en grandes superficies comerciales.

Ventajas e inconvenientes de las bombas de calor

Ya hemos comentado las ventajas de las bombas de calor, pero aquí le dejamos un resumen:

  • Si se alimenta con energía ecológica o paneles solares, la bomba de calor se puede utilizar sin ningún impacto medioambiental.
  • El consumo y el coste de funcionamiento son considerablemente inferiores a los de los sistemas de calefacción con gas o gasoil.
  • Una bomba de calor también puede refrigerar, por lo que ahorra el coste del aire acondicionado.
  • Existen formas de financiación que subvencionan las sustitución de los sistemas de calefacción convencionales.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta algunos inconvenientes:

  • Si el edificio necesita más calor del que puede generar la bomba de calor, se suele usar una barra de calefacción, que funciona con electricidad y supone un gasto extra.
  • Si un edificio no tiene suficiente aislamiento, se pierde demasiado calor.
  • Las bombas de calor aún no son aptas para zonas muy frías con temperaturas mínimas bajas.
  • El precio de compra e instalación es comparativamente alto y se ha disparado en los últimos años debido al mayor interés. Esto también se aplica de forma similar a los precios de la electricidad.

Para qué empresas son adecuadas las bombas de calor

En general, la instalación de una bomba de calor solo merece la pena si la suma del ahorro en gas o gasoil es superior al aumento del consumo eléctrico que provoca el funcionamiento de la bomba. Y, por supuesto, la potencia de una bomba de calor debe ser suficiente para calentar incluso espacios comerciales más grandes. Existen bombas de calor especiales de gran tamaño que funcionan hasta 2.500 kW. Estos sistemas tienen la ventaja de que, además de las fuentes de calor habituales, suelen utilizar aire de escape precalentado o aguas residuales y pueden alimentar las redes de calefacción locales o urbanas con su calor.

Las empresas también pueden conectar varias bombas de calor en lo que se conoce como conexión en cascada. La ventaja es que la potencia se adapta a la demanda de calefacción o refrigeración, lo que aumenta la eficiencia económica.

Bombas de calor en la revisión de costes

Las bombas de calor aire-agua para viviendas ya cuestan más de 20.000 euros, incluida la instalación (febrero de 2023), y las bombas de calor geotérmicas y subterráneas el coste mínimo total asciende a 40.000 euros. Sin embargo, la subvención estatal puede llegar al 40 por ciento, lo que supone un gran ahorro. Las bombas de calor grandes para uso industrial son mucho más caras, ya que el coste total de la inversión puede llegar a las seis cifras según el tamaño.