El problema en España

En España, a pesar a pesa de que hay jóvenes desempleados que podrían ocupar puestos de trabajos manuales cualificados, la realidad es que gran parte de la demanda no queda satisfecha. Estamos ante una situación que se da de forma general en el mercado laboral español.

De hecho, es lo que refleja un estudio elaborado por ManpowerGroup en 2023, según el cual el desajuste entre la oferta y la demanda de talento ha ido aumentando, desde el 3 % en 2013 al 80 % en 2023. Además, es mucho más agudo en España que en el resto del mundo, donde la media es del 77 %.

Pero, si hay jóvenes sin trabajo y también hay trabajos sin cubrir, ¿cuál es el verdadero problema? Veamos algunas explicaciones.

Falta de atracción

En España, el sector de los trabajos manuales y, más concretamente, el de la artesanía, atraviesa un momento crítico. Es cierto que, según datos de KPMG de 2022, la artesanía aporta 6 000 millones de euros de forma directa a la economía española, agrupa unas 64 000 empresas y emplea directamente a más de 210 000 trabajadores en España. Sin embargo, la producción artesanal ha perdido 300 millones de euros desde 2015 y su contribución al PIB ha pasado del 0,65 % al 0,54 % en este período.

A veces, estos oficios no suelen ser muy atractivos debido a la percepción social que se tiene de ellos. Además de la creencia de que las condiciones y los salarios no son muy buenos, también cabe señalar la tendencia a promover la formación universitaria frente a este tipo de salidas profesionales.
 

Falta de relevo generacional

Esta segunda cuestión está estrechamente relacionada con la primera: la influencia cultural y generacional. En las últimas décadas, los jóvenes han optado por trasladarse a ciudades más grandes y por formarse en estudios que no cubren la demanda de los empleos manuales cualificados. A su vez, esto, junto a otros factores, contribuye al abandono de los negocios familiares.

En línea con esta mentalidad, por lo general, los jóvenes no perciben que este tipo de actividades les puedan proporcionar grandes oportunidades de crecimiento, por lo que son pocos los que apuestan por empleos dentro de la construcción o la mecánica, por ejemplo.

Falta de jóvenes con formación cualificada

Uno de los grandes problemas por los que no se logra cubrir la demanda de jóvenes cualificados para empleos manuales es la falta de jóvenes con formación en este sentido. Una de las causas es la tendencia generalizada ya mencionada hacia la formación universitaria en detrimento de la formación profesional para este tipo de actividades.

Teniendo en cuenta estos factores, es necesario fomentar la formación en estas áreas y, además, cambiar la percepción social sobre las profesiones manuales cualificadas para garantizar la oferta de mano de obra sostenible. De hecho, se debe comunicar que el sector de los trabajos manuales y artesanales ofrece, en realidad, excelentes perspectivas profesionales a largo plazo.

Esperanzas para el futuro en España

La esperanza de que se pueda generar talento joven para cubrir la demanda de profesionales cualificados para puestos de trabajos manuales pasa por comunicar las ventajas que ofrece trabajar en este sector y, por supuesto, por fomentar la formación.

Formación asequible

Las empresas y los expertos coinciden en que la clave para resolver esta situación está en la formación. Cabe destacar que, aunque la inercia sigue siendo optar por la formación universitaria, la tasa de ocupación de la Formación Profesional (FP) ya está por encima de la de los titulados universitarios, a pesar de que la población universitaria es exactamente el doble que las personas con formación profesional.

Poco a poco, la FP está ganando relevancia. A día de hoy, el 37 % de las ofertas de empleo que se publican en España requiere contar con un título de FP de acuerdo con el XXV Informe Infoempleo Adecco: Oferta y demanda de empleo en España. Y, según la Comisión Europea, las empresas necesitarán un 65 % de profesionales con FP en 2030. La explicación es que este tipo de formación se adapta más a la realidad laboral y, además, tiene las ventajas de ser más asequible, más corta y mucho más práctica.

Integración rápida en el mercado

A la vista de la demanda, los jóvenes que se formen en oficios manuales cualificados podrán integrarse rápidamente al mercado laboral. Gracias a la formación específica, práctica y de baja duración, es posible encontrar trabajos de este tipo con mayor facilidad que con otra formación y que en otros sectores.

Y para mejorar aún más el impulso, el apoyo desde las instituciones públicas es crucial. Entre otras iniciativas, recientemente se ha consolidado la transformación de la FP con una nueva inversión de 1 307 millones de euros del Gobierno de España. Y a nivel regional, vemos actuaciones como el IV Plan Integral para el Fomento de la Artesanía de Andalucía, donde el sector ocupa a más de 20 000 personas.

En conclusión, podemos decir que la situación actual es que España no se logra cubrir la demanda de puestos de trabajo manual cualificado. De hecho, los jóvenes han dejado de ver esta opción como una oportunidad atractiva. Sin embargo, esto se puede considerar una ventaja debido a la falta de competencia. Con formación y esfuerzo, los jóvenes que se formen pueden integrarse al mercado laboral poco después de su formación. Y, a su vez, el impulso será mayor si las instituciones públicas y las empresas fomentan estas actividades.