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Mesas para maestros - Francia

Francia
  1. ATELIERS JEAN PERZEL

    Francia

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    ATELIERS JEAN PERZEL: maestro artesano, creador de las lámparas del transatlántico Normandie y del palacio de la ONU en Ginebra. Fabricante de lámparas estilo años 30 hasta la actualidad. Como maestro vidriero, orfebre, creador con una dilatada cultura tecnológica, Jean Perzel fue un verdadero precursor del diseño en el sector de la iluminación. Ha sabido expresar un equilibrio raramente alcanzado entre nobleza y gracia, riqueza y sencillez. Junto con su sobrino, no han dejado de estudiar y de diseñar miles de lámparas, apliques, lámparas colgantes, plafones, lámparas de pie, así como muebles como mesas o consolas de cristal. Olivier Raidt, el sobrino nieto del fundador aporta el espíritu contemporáneo implementado con el saber hacer de los maestros artesanos de los "Compagnons", transmitido a la perfección en los productos Jean Perzel. Todas las piezas que salen de los talleres Perzel siguen siendo fabricadas artesanalmente, por unidad, como en 1923 y con la firma «Perzel», como garantía de su autenticidad.

  2. ALEPEO - LA SAVONNERIE ARTISANALE D'ALEP

    Francia

    De doctor en Ingeniería a maestro jabonero de Alepo. En 1989, Riad BASMAJI, originario de Alepo, su ciudad natal, termina sus estudios superiores para obtener el título de Doctor Ingeniero en Ciencias de la Tierra del Observatorio de París. Pone su conocimiento al servicio de varias empresas francesas. Su descubrimiento de las propiedades del jabón de Alepo fue fruto del azar. En 1993, durante una estancia en Cannes, Riad BASMAJI se contagió por hongos en la entrepierna. Durante 4 años padeció micosis cutáneas que desaparecían y reaparecían periódicamente. En 1997, su hermana residente en Alepo (Siria), vino a visitarle en Francia. Le ofreció a su hermano un regalo: un jabón de Alepo.En esta época, este jabón todavía no se encontraba en Francia o en Europa. Riad BASMAJI utilizó el jabón de Alepo para su higiene corporal. Al cabo de 3 meses, su sorpresa no pudo ser más grata: el problema de hongos había desaparecido por completo. Esta historia personal fue el desencadenante para estudiar en profundidad este jabón milagroso y poner sus beneficios al alcance de todos. Había nacido la pasión y un gran amor por el jabón de Alepo. En 2001, junto con dos amigos, crea una empresa para distribuir el jabón de Alepo en Francia. La imprecisión del porcentaje de aceite de bayas de laurel utilizada por la mayoría de maestros jaboneros de Alepo le llevó, en 2003, a abrir su primera fábrica de jabón en la región de Alepo (Kafar Naha). Su propósito era controlar la fabricación de su jabón de Alepo desde el principio hasta el final.